San Juan 12: 23-26
23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
El Señor nos ha llamado para dar frutos, pero si no morimos a nuestro yo, a nuestra vana manera de pensar y vivir, a los deseos engañosos y pecaminosos de la carne, entonces no podemos dar frutos de vida eterna, en Mateo 16:24-25 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Tomar la cruz es seguir las pisadas de Jesús El Maestro.
En la parabola del sembrador en Marcos 4: 1-20 nos habla sobre el sembrador que salió a sembrar la buena semilla que es la palabra de Dios, muchas veces esa semilla es sembrada junto al camino es cuando oyen la palabra pero no la entienden y aquellas pocas semillas que cayerón, se pierden porque vienen los pájaros es decir el enemigo y quita aquello que fué sembrado en los corazones, eso sucede muchas veces por dar lugar al enemigo, por oir y ver, alimentar nuestro mente, corazón con mensajes que provienen del mundo, se apartan de Dios, el enemigo encegese y esa semilla se hace infructuosa. Luego Dios compara cuando la buena semilla es sembrada en los pedregales, en el momento lo recibe con gozo y alegría y puede entender la palabra, pero cuando vienen las pruebas, las tormentas, por causa de la palabra, se apartan, porque es necesario saber que al igual que a Jesús lo vituperaron e insultarón, también como creyentes vamos a tener que soportar esas tribulaciones y persecuciones, dijo Jesús en Mateo 5:11-12 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Luego viene el que fue sembrado entre espinos, este oye la palabra y la entiende pero los afanes de este mundo, el amor a las riquezas son prioridad para ellos y se apartan del camino angosto y la palabra se hace infructuosa es decir no puede dar fruto, no debemos poner la esperanza en las riquezas si no la confianza en aquel que nos da todas las cosas para que la disfrutemos porque nuestra verdadera herencia esta en los cielos.
Pero el que fué sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, aprende a disernir el bien del mal, entiende que debe de cuidar esa salvación tan grande con promesa de vida eterna y no dar lugar al enemigo, esa es una buena tierra, tiene un corazón sincero delante de Dios recibe la buena semilla que es la palabra, la cual germina, la germinación consiste en que la semilla que cae en la tierra se tiene que romper para producir una nueva planta a medida que se va regando, alimentando esa semilla madura luego forma el embrion y esa semilla madre se rompe o muere dando lugar a una nueva planta, produciendo de esa manera la multiplicación, por eso dice la palabra que si el grano de trigo no muere queda solo pero si muere dará mucho fruto.
El morir espiritualmente hablando es cuando hay un verdadero arrepentimiento es morir al yo para hacer la voluntad del Padre, y mientras es regado con la palabra que es el agua viva, va madurando y eso produce un cambio es decir una circuncisión de corazón, el morir a la vieja naturaleza, a la vieja manera de vivir y la palabra va formando unas raices profundas y estables, llenos de la precensia de Dios fortalecidos en su palabra, a su tiempo se convierte en un árbol frondoso que da fruto en abundancia a ciento, a sesenta y treinta por uno, esa es una buena tierra de bendición, primero para si mismos y tambien para los demás, cómo dijo el Señor: «si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto». Es necesario morir para vivir, Jesús se hizo pobre para enriquecer a muchos.
Pablo dijo en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Pablo fué una buena tierra porque la palabra que llegó a su corazón produjo un cambió tan grande y germinó y murió a su vana manera de vivir y caminó siguiendo las pisadas de Jesús en 1 Corintios 2:16 dijo Pablo: Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. Pablo dió fruto en abundancia que aún sigue dando mucho fruto al ciento por uno. Por ello dice que si el grano de fruto no muere quedará sólo pero si muere, si hace la voluntad de Dios dará mucho fruto, será un árbol fructifero. Para que el reino de Dios en la tierra siga creciendo, multiplicandose y fructificando.
Si hemos creído en Jesús, tenemos que llevar esa cruz como Jesús, que cumplio hasta la muerte y muerte en cruz, cuando le dijo al Padre hagase tu voluntad y no la mía, eso quiere decir debemos negarnos a nosotros mismos, a nuestra manera de pensar, muchas veces cuesta morir a nuestro yo pero vemos cómo Jesús también oró pidiendo la fortaleza al Padre, para darnos el ejemplo el saber que porque con nuestras propias fuerzas no lo podremos hacer pero sí con Cristo que nos fortalece cada día, aún vino un angel y lo fortaleció. Lucas 22:43-45 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Es una lucha espiritual muy fuerte, el diablo va a querer desanimar, va haber oposición aun de aquellos a quienes tu amas, cómo cuando Jesús anunción que ya iba ser la hora que lo iban a arrestar y Pedro le dijo no que eso no te acontesca y Jesús le dijo: pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.(Mateo 16:23).
En Romanos 8:13-14 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Porque El Señor nos ha sellado con su Santo Espiritú, que nos enseña y nos guía a toda verdad. Gálatas 5:24-26 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Debemos de morir a la carne, a los deseos, a la vanagloria de este mundo y dad esos frutos del Espíritu Santo que son: En Galatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Como hijos de Dios y coherederos de la promesa juntamente con Jesús debemos de caminar puestos los ojos en Jesús, seguir su ejemplo, obedeciendo la palabra de Dios que es Espiritu y vida, para ser como un árbol frondoso y fructifero, que no quedará solo si no que dará mucho fruto para vida eterna, a lo cual Dios nos ha llamado, para hacer discipulos a todas las naciones, bautizandolos en el nombre del Padre, del hijo y del Espiritu Santo. Por lo cual primero tenemos que morir, es disponer el corazón a la obediencia, a ese llamado, porque si el grano de trigo no muere no dará fruto pero si muere dará mucho fruto, se va ha multiplicar, se va reproducir, el reino de Dios se va ha expandir hasta el último de la tierra.
Amén.
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