
2 Corintios 12: 9-10 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
El poder del Señor se perfecciona en nuestras debilidades, porque cuando estamos pasando afrentas dificultades, necesidades es cuando necesitamos buscar más de Dios y Él se glorifica en nosotros, Él en nosotros es la esperanza de gloria, por ello dice clama a mi y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces, es cuando Dios nos muestra su poder, su señorío, es cuando nos prepara para salir airosos de esa situación, muchas veces necesitamos que Dios moldee, nuestro carácter y perfeccione en nosotros los frutos del Espíritu Santo, El Señor va trabajando primero con nosotros, El es el alfarero que primero cambia nuestra vasija para que sea mejor y sea una vasija de honra, para ser canal de bendición para los demás.
En Jeremías 18:1-4 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Muchas veces Dios esta trabajando con nosotras como buen Pastor, pero nosotros nos apartamos de su mano o descuidamos nuestra comunión o aún si estamos en comunión el Señor nos va llevando de gloria en gloria, de peldaño a peldaño, pero para subir el siguiente peldaño, cuesta porque necesitamos morir a nuestra carne, Dios quiere perfeccionar su obra en nosotros, muchas veces tenemos pruebas aún cuando estamos sirviendo a Dios, porque mediante esas pruebas Dios prueba nuestra Fe.
En Santiago 1-7 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Dios prueba nuestra fe y paciencia porque cuando la fe está fortalecida, también produce paciencia, es cuando es necesario que los frutos del Espíritu Santo se manifiesten. Y si estamos pasando necesidades, afrentas, esas situaciones nos hace más fuertes, porque en esas debilidades Dios se va a glorificar en nosotros, porque de las situaciones difíciles Dios nos enseña a superar aquellos problemas, porque cuando le buscamos nos da la sabiduría para afrontar los diferentes problemas y nos enseña a salir de todas ellas, por ello necesitamos buscarle, conocerle, ponerle en el primer lugar dice en 1 Samuel 2:30 yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
El aumentará nuestra Fe como el búfalo, entonces diremos: cuando soy débil entonces soy fuerte, porque Dios nos hace fuerte para pasar toda prueba, nos enseña a poner la mirada en El y no en los hombres, sino que en ese amor perfecto seamos esa luz que alumbre para ser de bendición para aquellos que nos rodean.
Podemos recordar a Abraham, cuando Dios probó su fe, y le dijo que sacrifique lo que más quería que era su hijo, el obedeció, de ese mismo modo Dios nos va a pedir que también que por la obediencia debemos hacer el sacrificio de dejar todo aquello que queremos y ponerlo a sus pies y hacer su voluntad, aquello a veces cuesta, por ejemplo perdonar a alguien que nos hizo algún daño o reconocer una falta y pedir perdón , cuesta pero dice la palabra orar por vuestros enemigos, también se hace difícil pero es necesario hacerlo, todo lo podemos con Cristo que nos fortalece, a veces eso es duro pero estamos creciendo en la obediencia. En nuestras debilidades El Señor se glorifica porque nos enseña a caminar por el camino angosto, siguiendo las pisadas de Jesús, la única que nos lleva a la vida eterna. Luego diremos: cuando soy débil, entonces soy fuerte con el Señor. Amen.
2 Corintios 3
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Amén.