Nosotros los que creemos en su nombre, en Jesús, hemos sido justificados por su sangre preciosa la cual pagó el precio para nuestra justificación y redención, en El somos justos. En Ro 3:22-26 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
En Ro 5:1-2,9 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Por ello el justo camina por fé porque sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6).
Cuando Jesús caminó sobre las aguas y Pedro uno de sus discípulos más intrépido también pudo caminar sobre las aguas, este acontecimiento podemos leerlo en Mateo 14:22-23, cuando los discípulos iban delante de Jesús en una barca sobre el mar, cuando ya se encontraban en el medio del mar, hubo un viento fuerte y era co ntrario, la barca no podía avanzar y tuvieron miedo, eso se puede comparar cuando en la vida nos encontramos muchas veces en pruebas y dificultades las cuales impiden que avanzemos, pero que sucedió en esos momentos, se presentó Jesús andando sobre las aguas y pasó delante, de esta manera Jesús le enseñaba que en El sí se podía a vencer las adversidades, pero Pedro viendo a Jesús también dijo: Señor manda que vaya sobre las aguas y Jesús le dijo: ven, entonces Pedro pudo caminar sobre las aguas, es decir caminó por fé, creyendo en las promesas, pero luego se debilitó en la fé y empezó a hundirse, eso sucede cuando nuestra fé está débil, cuando no está nutrida con la palabra de Dios, la falta de comunión y empezamos a hundirnos, no tenemos fuerzas y muchas veces el enemigo se aprovecha de esa situación, porque la fé viene por el oír de la palabra de Dios, como le paso a Pedro, vio el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse, dio voces diciendo! Señor Salvame!.
Pero el buen pastor que cuida de sus ovejas extendiendo la mano le dijo: Hombre de poca fe ¿porque dudaste?, el temor, las dudas muchas veces hace que no podamos vencer los problemas, el viento contrario, porque la fe está débil, ya que el temor es lo contrario de la fé, en 1 Juan 4;18 dice: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
El justo vivirá por fé, pero esa fé necesita estar nutrida y fortalecida para vencer todo obstáculo que se presente en el camino sabiendo y creyendo que el buen pastor siempre cuida de sus ovejas. Amen.
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