Si estamos a punto de darnos por vencido….. Resistamos un poco más, nuestra bendición está más cerca de lo que podemos imaginar.
Después de una larga noche de pesca sin obtener buenos resultados, los discípulos de Jesús se sintieron fracasados. Al parecer dieron vueltas y vueltas con un barco lleno de redes, esperanzados en conseguir sus objetivos remaron, lanzaron sus redes una y otra vez, pero las aguas se negaban a dar sus peces. Seguro fue frustrante no conseguir lo que se esperaba. Pero…“Al amanecer, Jesús apareció en la playa, pero los discípulos no podían ver quién era. Les preguntó:
—Amigos, ¿pescaron algo?
—No —contestaron ellos. Entonces él dijo:
— ¡Echen la red a la derecha de la barca y tendrán pesca!
Ellos lo hicieron y no podían sacar la red por la gran cantidad de peces que contenía”. Juan 21:4-6.
¡Justo en el momento que los discípulos iban a darse por vencidos, apareció Jesús para ayudarles! Es posible que hayan pensado en volver a casa sin conseguir nada, pero al aceptar el consejo de alguien de quien en un principio no reconocieron su voz, las cosas cambiaron.
En la barca se encontraba Pedro, uno de los discípulos de Jesús, pescador de oficio, quien en medio de la necesidad dejó ir su conocimiento, su experiencia y sólo confió en Jesús y en su palabra y el resultado fue fabuloso, porque hallaron más peces de los que podían cargar, tantos que tuvieron que arrastrar la pesada red hasta llevarla a la orilla.
Cuando nos encontremos en el peor de los momentos y todo lo que intentamos hacer falla ¡No nos rindamos, echemos la red una vez más! Estamos a pocos pasos de la victoria, sólo escuchemos las instrucciones que Dios tiene para nosotros y confíenos en Él, seguro tendremos mejores resultados de los que un día imaginamos.
El enemigo sabe que si echamos la red a la derecha de la barca obtendremos nuestra mayor pesca, por ello ha intentado a toda costa retrasar nuestra bendición, poniendo desánimo y agotamiento para que no continúes. Pero debemos entender que no estamos solos y el enemigo no puede ganar en esta pesca, porque Dios dice: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará…Ésta es la herencia de los siervos del Señor…”. Isaías 54:17. ¿Estamos sirviendo a Dios? Si es así, ¡ésta es nuestra herencia! Dios está guardando nuestra bendición debajo de la barca.
No creamos que poniendo más esfuerzo lograremos nuestros objetivos, entendamos que no sólo se trata de luchar sino de confiar en Dios, porque si ponemos todo en sus manos, con una sola palabra Él hará lo que no pudimos conseguir luchando toda la noche.
“Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” Proverbios 16:3. ¡No nos rindamos y echemos la red una vez más! BENDICIONES.