TODO LUGAR QUE PISE TUS PIES SERÁ VUESTRO

deuto 11 24

Todo lo que nuestros pies pisase será nuestro, dice el Señor son sus promesas, en Deuteronomio 11, se puede ver esas promesas de Dios para su pueblo,  las bendiciones que tiene preparado para su  iglesia,  son muchas, pero ciertamente tiene condiciones que se debe cumplir una de ellas es de reflexionar, recordar y dar ese testimonio de cómo el Señor nos trajo a su tabernáculo es decir a su iglesia, su pueblo, de cómo nos sacó de las tinieblas a su luz admirable.

En Dt. 11: 1-7  Podemos ver, de cómo el Señor  sacó  a Israel de Egipto, (Egipto representa el mundo),  de la misma manera que cuando Dios sacó a su pueblo de Israel, con mano extendida y poderosa,  abrió el mar rojo  y pasó en seco  saliendo  el pueblo sano, salvo y en victoria,  es de ese mismo modo  Dios nos rescató de las garras del infierno y nos trajo a su manada, a su pueblo es decir a su tabernáculo que es la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. En Efesios 2:9 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

En Dt. 11: 11-16.

11 La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;
12 tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.

En los tiempos antiguos con Moisés la tierra prometida fué Cannan. Pero ahora la tierra prometida son las bendiciones, las promesas de Dios,  el haber  pasado, de las tinieblas a luz admirable, donde podemos encontrar esa lluvia del cielo, esa conexión con la misma presencia de Dios, donde los ángeles  suben y bajan, para continuar la obra divina, es una tierra que fluye leche y miel. El Señor es el pastor, la vid, la roca, la piedra angular, y su pueblo está asentada sobre ella, Dios la cuida y esta vigilante de su iglesia desde ahora y para siempre.

13 Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
14 yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
16 Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos;

Pero hay una condición muy grande es amar a Dios sobre todas las cosas, obedeciendo cuidadosamente  su palabra, guardaos de no apartarse de Él y guardar   su palabra en nuestra mente y  corazón para poder ponerla por obra, dice entonces yo derramaré de la lluvia temprana y tardía, son las bendiciones que vendrán por el servicio a Dios si le ponemos en ese  primer lugar que le corresponde, eso es , buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura.

Dios nos promete derramar de esa lluvias de bendición la temprana y la tardía, la temprana si lo comparamos a la siembra de una semilla, necesitamos de esa lluvia temprana para sembrarla porque esa lluvia prepara la tierra para una buena siembra y la lluvia  tardía es necesaria para cosechar aquella semilla ya transformada en una planta, también se puede comparar a un proyecto, a una petición, a un objetivo, a una meta planeada,  esa es la  pequeña semilla que a su tiempo dará ese fruto abundante, que es la cosecha, para ello necesitamos una fe como granito de mostaza , que va creciendo y fortaleciéndose mediante la palabra y con la ayuda de su Santo Espíritu, viene  la lluvia de bendición, la temprana cuando empieza la siembra hasta que cuando se hace realidad la lluvia tardía para encontrar la cosecha, que es  encontrar la promesa. Todo es un proceso, pero tenemos que permanecer en el servicio y  obediencia de su palabra, en  Juan 15:7-17

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Permanecer en el Señor es no soltarnos de su mano derecha para  servirle, en el lugar que nos puso con los diferentes  dones que nos ha regalado, y la cosecha ya viene esta a la puerta, solo esperar  fortaleciéndonos en el poder de su fuerza.

Dt. 11: 17-25

17 y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.
18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,
20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas;
21 para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
22 Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él,

Dios quiere la obediencia de su palabra para que sean derramadas la lluvias desde  los cielos, las bendiciones, no sea que Dios cierre los cielos y no haya lluvia, por la desobediencia, por ello sabemos que la palabra de Dios es nuestro alimento, nuestro sustento y  nos exhorta a  compartir  su palabra, a predicar a tiempo y fuera de tiempo, primero en nuestra casa con la familia, y luego  con todos,  en estos tiempos tenemos muchas fuentes de comunicación, en Proverbios 11: 14

14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;

Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

23 Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros.
24 Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Eufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. .

Como hijos de Dios tenemos esas promesas de bendiciones porque  aquello por lo cual estas pidiendo se hará realidad, si permaneciéramos en El, en 2 Timoteo 2:15  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Porque Dios nos ha dado todas las herramientas para obtener la victoria, en el proceso si miramos con la vista natural y raciocinio humano  lo veremos  cómo algo  imposible, pero si caminamos por fe y no por vista, creyendo y confesando las promesas,  si ponemos  la confianza  y los ojos en Jesús, entonces podremos ser más que vencedores  en Cristo Jesús.

Mateo 17:20

20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará;y nada os será imposible.

El Señor solo nos pide una fe, como un granito de mostaza, ¿como es el granito de mostaza? es la más pequeña de las semillas, solo necesitamos esa pequeña fe para conseguir el  objetivo, y a medida que la semilla es plantada será regada y fortalecida en las manos del maestro hasta encontrar la tierra prometida que es el objetivo deseado.

No seamos como el pueblo de Israel que no pudo entrar a la tierra prometida durante 40 años,  estuvieron dando vueltas por su incredulidad,  si no  que entró  la segunda generación y solo dos de la primera generación como Josue y Caleb porque tuvieron fe y pudieron obtener la promesa.

Zacarías 10: 1 Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.

Amén.

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