
Mateo 16:24-26
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
El Señor nos enseña a amarlo sobre todas las cosas, como dice el primer mandamiento, esto quiere decir que debemos ponerle en primer lugar en nuestras vidas, ser obedientes a la palabra de Dios, Jesús vino a Salvar al mundo de sus pecados mediante su muerte y muerte en Cruz, lo cual ya estaba escrito por medio de los profetas desde el principio, Jesús caminó en la obediencia del padre, se hizo pobre para enriquecer a muchos, en 2 Co 8, 9: Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos.
Jesús enseñó a sus discípulos y nos enseña a ser obedientes a su palabra, a negarnos a nosotros mismo quiere decir que ya no hago o actuó de acuerdo a mis pensamientos humanos si no de acuerdo a su voluntad que está en su palabra, la cual fue diseñada desde la fundación del mundo, eso es tomar la cruz de Jesús, seguir su ejemplo, seguir sus pisadas
En 1 Pedro 2:21-25
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
Es renunciar a nuestra vieja manera de ver las cosas, Jesús nos enseña cual es el camino verdadero que nos lleva a la voluntad del Padre, abre los ojos espirituales y podemos ver la luz, es un morir a nuestra vieja naturaleza, empezar una nueva vida con Jesús, aprendemos a madurar, porque El es el alfarero que va formando y moldeando las vasijas, las cuales somos nosotros, El es el Maestro que nos educa y nos encamina por el camino que nos lleva a la vida eterna.
Por causa de creer en Jesús, va haber mucha oposición, como cuando Jesús predicaba los Fariseos y Saduceos siempre se oponían y trataba de poner tropiezo a la voluntad de Dios, de igual manera nosotros como cristianos vamos a tener que sufrir vituperios, rechazos, pero dijo Jesús perdonalos porque no saben lo que hacen, están ciegos porque el príncipe de este mundo a cegado su entendimiento: 2 Corintios 4,4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Pero el Señor nos dice que somos bienaventurados si por causa de creer en Jesús somos vituperados, perseguidos, porque ese rechazo no es a nosotros si no a Jesús.
Aun en la iglesia, como Pedro cuando aún estaba en aprendizaje se dejo llevar por sus emociones y no por la obediencia, quiso intervenir para que Jesús no muriera, En Mateo 16: 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Seguir a Jesús es poner la mirada en Dios, es caminar puesto los ojos en Jesús autor y consumador de la fe, hacer la voluntad de Jesús y por ende del Padre, es un proceso de crecimiento espiritual, es morir a nuestra vieja naturaleza, es llevar la cruz de Jesús, en el proceso, en el caminar se presentan situaciones que cuesta mucho esfuerzo en desprendernos de esas ataduras, que no deja avanzar, pero todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, es cuando tenemos que sujetarnos a Dios y no a los deseos de la carne, no a las emociones que esta en el alma, sino a la voluntad de Dios que se encuentra en la palabra de Dios, el Señor nos ayuda en nuestra debilidades, nos lleva de su mano derecha, como Jacob en Génesis 32, luchó con el Ángel de Dios,y no lo dejo ir hasta que lo bendijo, esto de luchar es que Jacob buscó la bendición, no se rindió, peleo la buena batalla de la fe, para poder vencer no con sus fuerzas sino con la sabiduría de lo alto, y lo venció, eso podemos comparar en estos tiempos cuando luchamos para ya no caminar o vencer con nuestras fuerzas sino con las fuerzas y enseñanza de Dios, sirviéndolo unánimes con la iglesia, cuando vemos en el libro de Ester cuando iban a matar a los Judíos, ella y su tío Mardoqueo, lucharon con oración y ayuno, y pudieron vencer, cambiaron la situación de peligro a victoria, porque ya no eran ellos sino Dios en ellos.
El Señor nos ayuda en nuestras debilidades y como un padre amoroso nos enseña el camino que debemos seguir, si disponemos nuestros corazones a oir sus enseñanzas y a obedecerle, como le dijo a Daniel 10:12
12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Cuando Jesús iba a morir, se fue aparte oro para que el Padre lo fortalezca, y dijo en Lucas 22:40-42
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya
Es el ejemplo que nos dejó para buscar la ayuda de Dios en los días malos, como Daniel oraba tres veces al dia , es necesario agarrarnos de Dios para poder vencer el mal con el bien.
Poner la mirada en Dios, somos llamados hacer su voluntad, vamos encontrar en el camino mucha oposición, personas que te desanimen a seguir en el camino, aun de las personas más queridas, pero sabemos en quien hemos creído, en un Dios todo poderoso, muchas de esas personas no conocen de la palabra y se dejan llevar por los sentimientos temporales, pero al final cuando entiendan sabrán y conocerán el camino verdadero y te agradecerán por haberles compartido la palabra.
Tomar la cruz de Jesus, es caminar en la obediencia de su palabra, es decir como dijo Pablo en Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
En Filipenses 2:5-11
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Dijo Pablo en 1 Co 2 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
Tener la mente de Cristo es hacer la voluntad de Dios, es alcanzar esa madurez en el conocimiento de la palabra, es seguir a Cristo, seguir el proyecto de Dios, ya determinado desde antes de la fundación del mundo.
Jesus oró al Padre por nosotros, para alcanzar esa madurez, mediante la santificación por medio de su palabra. En Juan 17: 17-19
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Podemos ver cuando Jesús le dijo a Pedro después de tratar con su vida y perdonar sus debilidades, sabemos le negó tres veces a Jesús, pero después se arrepintió y pidió perdón, Jesús tuvo mucha paciencia con el, pero aunque nosotros somos infieles el permanece fiel, siempre atrayéndonos hacia El, porque los dones son irrevocables, aquel llamado que tenía Pedro se hizo realidad a su tiempo, porque si nos agarramos de la mano de Jesús por torpe que seamos no tropezaremos. Y luego le dijo a Pedro, cuando eras joven es decir cuando era nuevo en los caminos, ibas a donde querías pero cuando ya alcances la madurez, iras a donde Dios quiere que tu vayes, por que ya no harás lo que tu quieras si no la voluntad de Dios. Amen.
