He. 12:12-15
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Debemos de cuidar esta salvación tan grande, no sea que alguno se desvíe del camino por una raíz de amargura, la raíz de amargura es cuando tu corazón se endurece por una situación no sanada que se va formando en tu corazón y mente, esa raíz que esta perturbando el gozo de tu salvación.
La causa de esa raíz puede ser , un pecado, una falta de perdón, una decepción, un resentimiento con un hermano(a), los afanes de este mundo que te apartan de Dios, los ídolos, son muchas las causas que pueden producir esa raíz de amargura.
Otra de las causas puede ser el poner los ojos en el hombre, sea el pastor de la iglesia o un líder, pero debemos de saber que ellos son los ancianos que nos encaminan a Dios, pero también son seres humanos que pueden equivocarse y necesitar una exhortación de nuestra parte, ya que como cuerpo de Cristo necesitamos limpiarnos los pies unos a otros. El verdadero líder es Jesús, el Cristo, y debemos caminar puesto los ojos en El. En Hebreos 12: 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Por precio fuimos comprados, con la sangre preciosa del Cordero, Jesús.
Si esa raíz no ha sido sanada es peligrosa porque primero endurece tu corazón y sucede que te puedes apartar de Dios y también puedes contaminar a otros hermanos(as), si no ha sido sanado, es importante detectar esa raíz en oración, depositar toda carga, toda ansiedad delante del Padre que el guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús y El Señor dará una salida mediante su palabra para no apartarnos del Dios vivo y será resuelto el problema. El Señor nos ha enseñado esa oración que es poderosa que es el Padre nuestro, que es una oración completa que libera de toda atadura o toda carga.
Filipenses 4:
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Dependiendo del problema, si es necesario perdonar o pedir perdón, hablar la verdad con el hermano. Sí, el caminar firme en el Señor está debilitado, esta cojo, es necesario ser restaurado, y sanado, para que lo cojo no se salga del camino, para que no se aparte de Dios vivo, sino que sea renovado, el seguir caminando firmes por esa senda de justicia-que viene con promesa de vida eterna, no perdamos esa salvación tan grande.
En Apocalipsis 2:10 Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El Señor demanda de nosotros fidelidad, constancia, perseverancia, a no desviar la mirada del propósito eterno para lo cual nos ha llamado, en Mateo 24:13 El que persevere hasta el fin, este será salvo. No perdamos esas promesas eternas por una raíz de amargura, una debilidad humana, un pensamiento que el enemigo pone en nuestra mente, no endurezcas tu corazón, cómo la primera generación del pueblo de Israel en el desierto.
He. 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.
Esa primera generación no pudo entrar a la tierra prometida por la dureza de su corazón, porque se dejaban llevar por sus emociones, pensamientos humanos y no por la palabra establecida por Dios, pero ahora El Señor te dice que no te apartes como Pablo le dijo a Timoteo; pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna. En el camino van a venir tormentas, dificultades, tentaciones, pero que la fe no decaiga si no que cada día necesitamos fortalecerla con la palabra de Dios y con su Santo Espíritu que nos ayuda en nuestras debilidades.
En Apocalipsis 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Que lo cojo no se aparte del camino verdadero, si no sea sanado, por que tu trabajo no es en vano, si no que tendrá esa recompensa de poder entrar a la tierra prometida, que es en el lugar glorioso de la eternidad con el Señor.
Amén.