EL ANGEL ABRIÓ EL SEPULCRO
Mateo 28: 1-7
Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.
Un día antes de la resurrección pusieron guardias en el sepulcro y la piedra fue sellada porque pensaban que los discípulos de Jesús, lo sacarían del sepulcro, porque ellos anunciaban que iba a resucitar al tercer día, pero nadie puede impedir la voluntad de Dios y hubo un gran terremoto y bajó un ángel, los guardias quedaron como muertos, Gloria a Dios Jesús resucitó y con ello fue vencido el mal, el pecado, la maldición aquí en la tierra, se produjo el segundo pacto con la sangre bendita de Jesús.
SIN SANGRE NO HAY REMISIÓN DE PECADOS
En Hebreos 9: 21-26 Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados, como en la antigüedad los Israelitas, pueblo de Dios, para redimir los pecados los sacerdotes derramaban sangre en el tabernáculo y todos los años se tenían que hacer ese sacrificio, pero con la muerte de Jesús una sola vez entró al cielo con su propia sangre, esto es el segundo pacto, redimiendo al mundo con su muerte del pecado para siempre.
JESUS ABRIO LOS SELLOS
Apocalipsis 5: 4-6 Y Juan a quien se le reveló en apocalipsis lloraba mucho porque no había alguien digno de abrir los sellos, pero uno de los ancianos le dijo en apocalipsis. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Es Jesús que es el Cordero, también es el León de la tribu de Judá , que venció en la cruz, gracias a ese sacrificio se pudo abrir los 7 sellos, por lo cual hubo en el cielo una celebración.
Apocalipsis 5: 9-10 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Es Jesús el victorioso y con El nosotros ovejas de su prado, el pueblo de Dios, herederos y coherederos con Cristo Jesús.
Por tanto se le dio a Jesús que es el cordero que fue inmolado, autoridad, poder, riquezas, honra y alabanzas.
Apocalipsis 5: 11-14 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Aquel sacrificio fue tan importante e imprescindible para bendecir el mundo, lo cual quitó con su sangre el pecado del mundo, por tanto solo El y el padre son dignos de tomar la gloria la honra y la alabanza por los siglos de los siglos.
LA GRAN COMISIÓN
Mateo 28: 8-20 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temoMr y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén
Jesús había resucitado, y estuvo con sus discípulos por 40 días, enseñándoles, encomendándoles una gran comisión, el de hacer discípulos a todas las naciones, es cuando empieza el reino de Dios, como dijo el Reino de Dios es como la semilla de mostaza que la verdad es tan pequeña pero que cuando crece se hace tan grande, este reino de Dios empezó con la venida de Jesús que dejó sus enseñanzas y encargó a sus discípulos a llevar su palabra a todo el mundo, de modo que de su palabra y su gloria será llena toda la tierra y sus hijos serán tan numerosos que no se podrán contar, como le prometió a Abraham que iba a ser padre de muchas personas como las estrellas del cielo o las arenas del mar. Gracias padre porque tuyo es el poder la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos amen